Aunque para muchas personas las muelas del juicio crecen sin ocasionarles ningún trastorno, otras veces, cuando no existe suficiente espacio, pueden provocar diferentes síntomas como dolor, hinchazón e incluso infección. ¿Es este tu caso? En este artículo te contaremos en qué situaciones resulta beneficioso extraer las muelas del juicio.

¿Cuándo deben quitarse las muelas del juicio?

Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, son los últimos dientes permanentes en salir. Lo hacen entre los 17 y 25 años y, si tienen suficiente espacio para brotar, generalmente lo hacen sin ninguna dificultad. Sin embargo, en ocasiones, por falta de espacio, estos dientes encuentran problemas para desarrollarse con normalidad. En estos casos pueden no salir o salir de forma parcial. De acuerdo a la posición de los llamados también terceros molares, es recomendable extraerlos para evitar malformación en las piezas dentales.

Cuando las muelas del juicio no erupcionan de forma correcta, pueden afectar al resto de dientes y provocar algunos problemas en la boca. De esta forma, se recomienda extraer estas piezas cuando nacen torcidas y modifican la posición de los otros dientes o causan caries y necrosis de la pulpa en las piezas más cercanas (al no permitir una correcta limpieza). Además, el odontólogo puede sufrir extraerlas cuando son las causantes de infección en las encías o cuando suponen una complicación para el buen funcionamiento de un tratamiento de ortodoncia.

¿Cómo es la extracción de las muelas del juicio?

La extracción de las muelas del juicio es una intervención frecuente en Odontología y que suele realizarse sin ningún tipo de complicaciones. El proceso suele durar unos pocos minutos cuando la muela ha erupcionado, llegando a alcanzar los 20 en los casos más difíciles. Para evitar el dolor durante el proceso, se administra anestesia local (aunque, a veces, si la muelas del juicio son muy difíciles, puede utilizarse anestesia general).

Por su parte, la recuperación de esta intervención suele producir suele producir en una semana o dos a lo sumo, dependiendo de cada caso. Tras la extracción, es habitual sentir dolor y experimentar algún pequeño sangrado, por lo que será necesario seguir algunas medidas:

• Tomar la medicación prescrita por el especialista (antiinflamatorios y analgésicos).
• Seguir una dienta blanda hasta que finalice el proceso de cicatrización.
• Extremar la higiene oral, sobre todo en la zona donde se ha extraído la muela del juicio.
• No fumar ni consumir líquidos ni comidas muy calientes.
• Evitar la práctica de ejercicio físico durante la recuperación